6.3.14

LEOPOLDO MARÍA PANERO: Un loco en forma




 LEOPOLDO MARÍA PANERO: Un loco en forma
    
Leopoldo María Panero (Madrid, 1948 – Las Palmas, 2014) produjo una obra solipsista, delirante y escatológica, la mayoría de las veces usando como eje rector su propia locura, sus años de juventud y los recuerdos familiares. Si Freud hubiera bajado con una Polaroid al inframundo, retrataría algo similar. Yo recitaba El circo a las once de la noche sobre la calle 60 en Mérida al salir del periódico donde trabajé seis meses como corrector de estilo. Luego, en Guadalajara, compré sus Poemas del Manicomio de Mondragón, donde viene otro básico, que no va nada mal como epígrafe:

En el obscuro jardín del manicomio
los locos maldicen a los hombre
las ratas afloran a la Cloaca Superior
buscando el beso de los Dementes.

Panero deconstruye la sintaxis y hace crossovers con los géneros literarios, las obras canónicas y los emblemas de la cultura popular. Poesía Completa 1970-2000 es un buen pretexto para robar el fuego a los dioses. Eviten oír los poemas musicalizados por Enrique Bunbury, que sacó un disco doble malísimo. Panero, como está loco, incita la curiosidad. Se recomienda ingerirlo a secas, en el silencio de la noche, frente al prostíbulo. Muy recomendables también el libro Papá, dame la mano que tengo miedo, en el que combina la autobiografía, el ensayo, la prosa poética y el relato —un auténtico testamento— y sus entrevistas, verdaderos chispazos de lucidez.

–Christian Núñez  


Y mi corazón temblaba
pero era un sueño
y fueron muriendo muchos soldados de la guardia del Rey
pero mi corazón seguía temblando.
*

EL CIRCO

Dos atletas saltan de un lado a otro de mi alma
lanzando gritos y bromeando acerca de la vida:
y no sé sus nombres. Y en mi alma vacía escucho siempre
cómo se balancean los trapecios. Dos
atletas saltan de un lado a otro de mi alma
contentos de que esté tan vacía.
Y oigo
oigo en el espacio sonidos
una y otra vez el chirriar de los trapecios
una y otra vez.
Una mujer sin rostro canta de pie sobre mi alma,
una mujer sin rostro sobre mi alma en el suelo,
mi alma, mi alma: y repito esa palabra
no sé si como un niño llamando a su madre a la luz,
en confusos sonidos y con llantos, o bien simplemente
para hacer ver que no tiene sentido.
Mi alma. Mi alma
es como tierra dura que pisotean sin verla
caballos y carrozas y pies, y seres
que no existen y de cuyos ojos
mana mi sangre hoy, ayer, mañana. Seres
sin cabeza cantarán sobre mi tumba
una canción incomprensible.
Y se repartirán los huesos de mi alma.
Mi alma. Mi
hermano muerto fuma un cigarrillo junto a mí.
*

AMANECER SOBRE LA TUMBA

En la playa de la noche
mostraba mis ojos a las sirenas
que jugaban impunemente con mi pene
con el falo que en el lecho maloliente
deshacen los sueños y cae la piedra
del pensamiento al suelo.
*

El mundo duerme, mientras que los pocos que hemos despertado preparamos la gran obra de su destrucción.
*
ÉRASE UNA VEZ

Cuentan que la Bella Durmiente
nunca despertó de su sueño.
*

LOS SEÑORES DEL ALMA

Toda mi vida me habían obsesionado los niños. Leí obsesivamente las páginas de Peter Pan, pero sólo hasta mucho después supe que su autor, James Matthew Barrie, era un gnomo, alguien habituado a vivir en los bosques, alguien por el que clamaban los árboles.

Ahora bien: yo vivía en una ventana oscura de un mísero arrabal, y al asomarme creía que los pájaros volaban por mí.

Así que decidí hacer una excursión por el bosque, buscando locamente el rastro de algún gnomo. Me arrodillé sobre la tierra, y hallé sólo un hormiguero. Pisé con fuerza en él, y hormigas huyeron reptando.

Y le pregunté a una hormiga, dije ¿Quién soy? y nadie respondió: de manera que un día, borracho como de costumbre, decidí seguir a alguien que creí un niño. Había tomado además de alcohol algo de drogas, y alucinatoriamente vi que el niño tenía alas de ángel.

En cualquier caso, andaba lentamente, y le seguí creyendo que era la verdad, la verdad largo tiempo buscada en la infancia, la verdad del vino y de la droga. Ahora bien, el niño al que seguía dio la vuelta y se paró frente a mí: y yo le dije, ¿quién eres? Y él dijo: no soy un niño, soy un gnomo, alguien que habita en los bosques, un duende, un enano: alguien que adora a Blanca Nieves.

Y él, el gnomo que yo creí un niño, andaba en línea recta, a pasos lentos.

Y llevaba en una bolsa de basuras esmeraldas, topacios y zafiros: así que, buscando su oro, lo tiré sobre el suelo y lo degollé: y como cucarachas a las que se mata con el pie, vinieron en su auxilio otros gnomos, y disparé contra ellos el rifle de mi orina, y cayeron sobre el suelo todos ellos.

Y al verlos a todos sobre el suelo, vi sobre el suelo sus pechos desnudos, y su orina y sus heces: y comprendí entonces que no eran duendes, sino niños ahora volando en círculo al país de Nunca Jamás, al árbol del Ahorcado.
*
PARÍS SIN EL ESTEREOSCOPIO

recuerdas el que vivía en el piso de arriba y echó a su hija de casa y se oían los gritos  y luego él tiró sus muñecas al patio porque ella todavía conservaba sus muñecas y allí
estuvieron entre toda aquella basura y las miramos que no se movían y ya no se oían los
gritos hasta que se hizo de noche y luego el portero debió de recogerlas a la mañana
siguiente
algunas sin brazos

las estuvimos mirando toda la tarde mientras iban perdiendo
forma hasta que oscureció y no pudimos verlas luego cuando
me desperté a medianoche pensé “ya no queda nadie para
vigilarlas”
*

EL RAPTO DE LINDBERG

Al amanecer los niños montaron en sus triciclos, y  nunca regresaron.
*

Llueve, llueve sobre el País de Nunca Jamás.
*

Un loco tocado de la maldición del cielo
canta humillado en una esquina
sus canciones hablan de ángeles y cosas
que cuestan la vida al ojo humano
la vida se pudre a sus pies como una rosa
y ya cerca de la tumba, pasa junto a él
una Princesa.
*

Ven hermano, estamos los dos en el suelo
hocico contra hocico, hurgando en la basura
cuyo calor alimenta el fin de nuestras vidas
que no saben cómo terminar, atadas
las dos a esa condena que al nacer se nos impuso
peor que el olvido y la muerte
y que rasga la puerta última cerrada
con un sonido que hace correr a los niños
y gritar en el límite a los sapos.
*

Brindemos con champagne sobre la nada
salto de un saltimbanqui en el acero escrito
donde la flor se desnuda y habita entre los hombres
que de ella se ríen y apartan la mirada
sin saber oh ilusión que es también a la nada
adonde ellos la vuelven y que a cada jugada
se tiende la Muerte ante el jugador desnuda
y enanos juegan con cabezas humanas.
*

HIMNO A SATÁN

Tú que eres tan sólo
una herida en la pared
y un rasguño en la frente
que induce suavemente
a la muerte.
Tú ayudas a los débiles
mejor que los cristianos
tú vienes de las estrellas
y odias esta tierra
donde moribundos descalzos
se dan la mano día tras día
buscando entre la mierda
la razón de su vida;
ya que nací del excremento
te amo
y amo posar sobre tus
manos delicadas mis heces.
Tu símbolo era el ciervo
y el mío la luna
que la lluvia caiga sobre
nuestras faces
uniéndonos en un abrazo
silencioso y cruel en que
como el suicidio, sueño
sin ángeles ni mujeres
desnudo de todo
salvo de tu nombre
de tus besos en mi ano
y tus caricias en mi cabeza calva
rociaremos con vino, orina y
sangre las iglesias
regalo de los magos
y debajo del crucifijo
aullaremos.
*

EL LAMENTO DE JOSÉ DE ARIMATEA

No soporto la voz humana,
mujer, tapa los gritos del
mercado y que no vuelva
a nosotros la memoria del
hijo que nació de tu vientre.

No hay más corona de
espinas que los recuerdos
que se clavan en la carne
y hacen aullar como
aullaban
en el Gólgota los dos ladrones.
Mujer,
no te arrodillas más ante
tu hijo muerto.
                              Bésame en los labios
como nunca hiciste
y olvida el nombre
maldito
de Jesucristo.
*

Compro el periódico y leo sin asombro
que ayer he muerto.
*

La virtud de la palabra es que no es dolor
ni vida sino palabra
que corroen las ratas
los intelectuales que se alimentan de periódicos usados
y lloran como niños ante la nada.
*

Alguien tose en la sombra
alguien escupe, alguien
mancha la página con su saliva
y escribo húmedo el poema
sólo para que lo barra el viento.
*

Nada hay turbio ya
nada hay ya
parecido a la vida
ni un muslo de mujer, ya ni una duda
nada hay ya
sino el poema como un pus, como una ortiga
cercenando mi mano.
*

Oh el brazo cercenado
cuyo doble es el poema, ah la nada
que al poema por doble tiene
ah la palabra impura que todo sabe de rimas
y no de vida.
*

AH LA CARNE

Ah, la carne del poema
territorio de larvas y moscas simbólicas
sumando excrecencias en la excrecencia
para hacer de la poesía la ciencia del excremento
el fragmento que se mutila a sí mismo
futuro del cadáver,
única perfección.
*

LA CIENCIA DEL VERSO

Oh, belleza inútil del poema
pues todo poema significa nada
y el poema es el dios más siniestro que existe
más terrible aún que la belleza
más horrible que el pecado
y tan blanco como el miedo.
*

SANT-IAGO

Aquel agujero donde estuvo mi ser
y por el que se vacía todo lo humano
río de mierda del hombre intercambiable
porque el hombre no es el hombre ni será nunca el hombre
sino el terror de mirarme en tu sexo
y besar tu llaga.
*

OFRENDAS

Oh flores del excremento con las que limpiar mi culo
y que caéis una a una al río de lodo que es la vida
sin sollozos
                sin voz
ya sólo vida
sólo florecer del culo en el barranco
y gritar de rodillas ante la nada.
*

Ah, el hombre al que nadie quiere, ah, el hombre sin nadie, el borracho en el límite del abismo. Ah, el hombre enemigo del hombre, el hombre que ya no es hombre, sino una equis en la ecuación. Ah, el temor más horrible, más horrible que un ángel es ser un hombre, alguien machacado por la vida, destruido por la letra: hubo aquí alguien que existió y se llamó “Panero”.
***