30.5.16

¡apúrate, fidencia!_entrevista con liliana ang


Espacio Fidencia es un centro de producción artística independiente ubicado en la colonia Roma Sur, en la Ciudad de México. Platicamos Liliana Ang, su directora.
 
En busca de un nombre
Después de meses de darle vueltas a nombres minimalistas, fashion, que podrían aplicarse a cualquier espacio artístico independiente contemporáneo, sin decidirme por ninguno, pasaba mucho tiempo buscando ideas. Un día, iba de camino al taller en bicicleta y dándole vueltas por centésima vez al nombre. Un hombre mayor quería cruzar la calle y, en mi distracción, no le di oportunidad. Yo venía rodando muy despacio y con la mirada ausente, por lo que al pasar junto a él me gritó, a manera de insulto: “¡apúrate Fidencia!. El grito me tomó por sorpresa y me hizo reír a carcajadas hasta llegar al taller. Decidí tomar el grito del señor como una señal para dejar de procrastinar. Al llegar al taller, busqué el significado de Fidencia en internet [segura de sí misma] y el resultado me gustó. Así encontré el nombre del espacio.


Creación de redes profesionales
Espacio Fidencia es en primer lugar mi taller de trabajo—yo soy pintora. También es un lugar con vocación artística, abierto a creadores que carecen de un sitio conveniente para compartir proyectos o resultados, productos artísticos/artesanales y el conocimiento que han generado a partir de su trabajo. Aquí se imparten talleres rotativos artísticos diversos dirigidos a todo público. También se hacen presentaciones en forma de exposiciones y expoventas, dinámicas artísticas específicas y proyecciones de películas con el equipo productor. La idea inicial era generar un lugar que fomentara la convivencia y la creación de redes profesionales entre la comunidad creadora y el público, a la vez que dar la oportunidad de un ingreso (por medio de las actividades remuneradas como los talleres) a artistas jóvenes, para permitir que continúen creando. Espacio Fidencia busca públicos que se dediquen a la producción artística como actividad principal, no tanto a quienes desarrollan actividades artísticas como hobby.


Compartir información
Uno de mis intereses desde que decidí dedicarme al arte ha sido compartir información práctica sobre la creación artística. La mayoría de los profesores en la universidad pasan estos temas por alto (ya sea por subestimar su importancia o por ignorancia), y muchos de los artistas que producen y forman parte de escenas artísticas difícilmente comparten esta información. En mi opinión, este secretismo (voluntario o por descuido) deja en desventaja a muchos artistas jóvenes, cuya obra—independientemente de su calidad—no logra insertarse en ningún circuito artístico por desconocer ciertos lineamientos básicos del funcionamiento de los ámbitos artísticos. La intención de compartir estos saberes escondidos es una de las principales razones para echar a andar Espacio Fidencia.

El desarrollo de las actividades ha sido libre e intuitivo, sin mucha premeditación, pero ha crecido rápidamente. Si bien entre 2014 y 2015 se dieron solo 6 talleres, iniciamos el 2016 con más de 10 talleres agendados entre febrero y agosto; y las tres presentaciones que hemos realizado en los meses que van del presente año han tenido cupo lleno.




Metodología
Comenzamos sin metodología ni procesos claros de nada: se han ido desarrollando sobre la práctica y a partir de la necesidad. El proyecto ha requerido cantidades gigantescas de tiempo y atención. Mi personalidad es muy metódica y organizada (bordeando la línea de OCD) y esto ha sido de mucha ayuda. Una vez que hago algo, anoto los pasos que fueron necesarios, con la intención de estandarizar el proceso y facilitar su repetición. Esto me permite tomar en cuenta el tiempo que necesito para cada acción (planificar), evaluar resultados e ir ganando en tiempo y eficiencia cada vez.

En los meses activos, hemos identificado los pasos para captar y presentar nuevos talleres y actividades, así como para anotar los datos del público que asiste a los eventos de Fidencia (y ampliar así nuestra base de e-mails), registrar fotográficamente cada evento y actividad, y gestionar las redes sociales, la página y el correo electrónico.

Autosustentable
Una de las metas a mediano plazo (3-5 años) es que Espacio Fidencia pueda ser completamente autosustentable. Desde el principio fijé ese lapso de tiempo porque sé por experiencia que los proyectos artísticos y culturales requieren mucho tiempo y trabajo antes de consolidarse. Además, uno de los objetivos del espacio es apoyar a artistas que muchas veces no tienen otros ingresos, por lo que se cobra un porcentaje pequeño (30%) por los talleres y la venta de obra, para que el artista pueda quedarse con la mayor parte del ingreso (70%). 

Durante los primeros meses, difícilmente había ingresos; Espacio Fidencia se financiaba gracias a la venta de mi pintura. También se ha mantenido gracias al apoyo de toda una pequeña comunidad que me rodea: el espacio me lo renta un familiar, quien acordó desde un principio hacerme un generoso descuento, como señal de su apoyo a mi trabajo. Si no fuera por esto, yo no tendría manera de costear un taller en esta zona de la ciudad. Asimismo, Espacio Fidencia ha tenido algunos colaboradores que o bien no cobran por sus servicios o aceptan trueque a cambio de sus labores. Yo no cobro un salario fijo ni nada por el estilo, aunque espero que Fidencia algún día lo permita. Lula Segura, la diseñadora, cobra un salario muy pequeño que surge de los ingresos de Fidencia o de la venta de mi pintura, cuando el fondo está vacío.

Aun así, los gastos (renta, mantenimiento, servicios y material) son considerables. Los ingresos varían mes con mes, pero sí ha habido un aumento progresivo desde el inicio del proyecto, que responde a que cada vez más personas están en contacto con las actividades de Fidencia y la respuesta es mejor. Me da gusto decir que en lo que llevamos del 2016 todos los gastos fijos han salido de las actividades y aún nos ha sobrado un poco de dinero para invertir en proyectos de difusión como Pasaporte Cultural o en publicidad (carteles, flyers, tarjetas de presentación). Procuro ejercitar la paciencia y no perder de vista que el objetivo principal no es generar grandes ganancias sino otorgar un lugar de exhibición y colaboración para artistas jóvenes y emergentes, y proporcionarles una posibilidad de sustento económico.

Ubicación
Creo que la ubicación [Roma Sur] es una ventaja, porque nos permite cobrar los talleres a un precio mayor que otros espacios culturales, ubicados en zonas que reportan menores ingresos. Esto es en beneficio directo de los talleristas que pueden recibir cantidades dignas por su trabajo. Aún así, nuestros precios no son tan altos como los de otros espacios culturales ubicados en la Roma-Condesa, que cuentan con un público mayor y un nombre más conocido.

Por otro lado, tanto Border como Gimnasio de Arte han aceptado promocionar las actividades de Fidencia en sus instalaciones (con carteles), indicando así que nuestra relación no es competitiva, sino de colegas y posibles colaboradores al tener intereses en común y características similares.





Talleres
Los talleres no están pensados para que los asistentes los tomen y no vuelvan a topar nunca más al tallerista o a sus compañeros, sino para generar relaciones duraderas y significativas entre los asistentes que les permitan afrontar con mayor facilidad los retos de la labor artística.

Ha habido agentes esenciales para el desarrollo del proyecto, como el artista gráfico Alex Aceves Bernal, quien inició en Espacio Fidencia su proyecto Orgía de dibujar, un experimento itinerante de dibujo colectivo. Las orgías se han presentado en otros espacios artísticos y culturales de la Ciudad de México y este año cruzarán el Atlántico para presentarse por primera vez en Europa, en el Festival Arts Libris en Barcelona, España.
           
También destaco la colaboración con diversos colectivos textiles que han permitido la presentación de proyectos musicales, textiles y mezcaleros de comunidades al interior del país que difícilmente encuentran espacios de presentación y venta de su trabajo en la Ciudad de México.

Por último, el desarrollo de un cineclub documental desde el verano anterior ha permitido la presentación de dos documentales mexicanos en torno a pueblos originarios con la presencia de sus jóvenes directoras. Es el caso de Nararachi (de Susana Bernal) y de Mover un Río (de Alba Herrera).

Estas son solo algunas muestras de las colaboraciones que hemos tenido, y estamos abiertos a generar más proyectos artísticos de índole diversa. 


Fidencia a mediano plazo
Aunque ya ha comenzado a definirse una línea de trabajo, el proyecto sigue en proceso de precisar a mayor detalle qué quiere ser y a qué se quiere enfocar. Estoy consciente de que este proceso surgirá de manera espontánea, a partir de las necesidades e intereses de la comunidad que lo integra. Definitivamente, me gustaría que el espacio fuera autosustentable, y que los ingresos permitieran contar con un par de personas más que pudieran compartir conmigo múltiples responsabilidades.

Uno de los aspectos que aún no ha terminado de consolidarse es el de operar como intermediario en la venta de obra, presentando a artistas expositores con diversos públicos y profesionales del arte. Hasta ahora hemos tenido tres expoventas artísticas. Ambas reportaron venta durante la inauguración, pero aunque los catálogos con precios se ubican en la página web, rara vez se ha concretado una venta de manera posterior a las exposiciones. Para darle empuje a esta parte, me gustaría integrar al equipo a personas que quieran impulsar las conexiones con posibles coleccionistas de arte emergente.






Contacto
Pueden conocer nuestras actividades visitando nuestra página web o siguiéndonos en nuestras redes sociales: Twitter + Facebook + Instagram. También puede pedir informes sobre talleres y actividades próximas escribiendo a espacio.fidencia@gmail.com o proponer algún proyecto artístico o taller para presentarlo aquí.


Imágenes: Espacio Fidencia
1. Eventos próximos
2. Colección de diversos textiles prehispánicos en forma de muñecas.
3. Orgía de dibujar, taller impartido por Alex Aceves.
4. Gerardine Cipriani y una de sus alumnas en el taller de Fotografía y fenomenología.
5. Ejercicio en el Taller de caligrafía.
6. Sesión de Orgía de dibujar.
7. Pieza del taller Arqueología poética.


23.5.16

radiohead y la estética del fragmento


A la luz de A Moon Shaped Pool, el nuevo LP de Radiohead, repasamos su discografía.

Detalle y fragmento. El 21 de mayo de 1997 fue el Día D en la discografía de Radiohead. Al tercer intento por pensar fuera de la caja—tras el mediano Pablo Honey (1993) y el entusiasta The Bends (1995)—, habían creado una obra maestra. Un caballo de Troya en el valle de la música. OK Computer es una experiencia que se desmarca de los cánones comerciales y abre la puerta a otra dimensión emocional. Un esfuerzo extra que sigue marcando distancia. Ahora, con la salida de A Moon Shaped Pool sin campaña mediática, se confirma que la banda de Oxford vuela a su ritmo y tan alto como le place.  
Luego vendrían dos ladrillos adicionales al edificio—Kid A (2000) y Amnesiac (2001)—que conforma la trilogía del fragmento. Entrar a ese búnker de pasadizos tintineantes, habitaciones desordenadas y oraciones en múltiples idiomas puede ser liberador o kafkiano, según cada viajero. Son estrategias que ocultan un profundo cuestionamiento al siglo XXI a través del sonido. Recuerdan, en ocasiones, la obsesión de Gonçalo Tavares y Elias Canetti por el poder y el control de masas. Activan las luces rojas en la carretera de la confusión neoliberal. Evocan a Goya: el sueño de la razón produce monstruos. 
Dos figuras clave para entender la arquitectura sonora de Radiohead son Nigel Godrich, su productor de cabecera, y el diseñador Stanley Donwood. Las técnicas empleadas en el imaginario visual incluyen pintura, gráfica, dibujo y collage. Se trata de traducciones pesadillescas a otro lenguaje bajo un mismo sistema de símbolos, una misma pulsión inconsciente. De pronto, a la distancia, cada álbum de la banda pareciera una sesión de psicoanálisis, con sus fases maniaco-depresivas, sus crisis de pánico intermitentes y teorías conspiranoicas esquizoides. Godrich funge como maestro de ceremonias—o demiurgo.  
Hail to the Thief (2003), In Rainbows (2007) y The King Of Limbs (2011) dejan constancia del pleno dominio que Radiohead tiene de sus demonios. En la etapa que precede al nuevo material, la experimentación continúa marcando el ritmo, y los acordes de Thom Yorke & Compañía suenan vibrantes. Piezas magníficas como Sit Down. Stand Up denuncian lo orwelliano del mundo actual, pero Weird Fishes, Arpeggio apunta que la calma puede ser una isla útil para fumarse un cigarro. Así serán los días del futuro: discordantes, oscuros. Radiohead madura como los mejores vinos y, en medio del caos, los androides sonríen orgullosos.
 

For a minute there, I lost myself.


Publicado originalmente en  FAHRENHEITº Magazine [18.05.2016]



3.5.16

bendito sida


90 minutos galopantes en el FICMY 2016.


El charro de Toluquilla (2016), el debut de José Villalobos Romero, obtuvo dos reconocimientos en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2016: el Premio Infinitum del Público y el de Mejor Documental Iberoamericano. La opera prima también se presentó en el Tribeca Film Festival de Nueva York y entusiasmó al público yucateco en el FICMY 2016. Un trabajo que llevó cinco años—durante los cuales  el director rentaría una casa en el pueblo del charro, para grabar 250 horas al más puro estilo cinéma verité, lo merece.

Jaime García, protagonista de esta alucinante crónica, es un mariachi que vive, canta, grita y se emborracha con música ranchera, amigos, novia, caballo y pastillas. Todo en desorden, sin rendir cuentas, como un macho mexicano alegre y fanfarrón. Es, además, seropositivo, y tiene una hija milagrosamente sana. Ha logrado encapsular el virus en su organismo (hace alardes de ello). Y nos abre las puertas de su casa—retrovirales incluidos—para mostrarnos una intimidad sin dramatismos, espontánea y excepcional.

Inmortalizado por el Dr. Alderete en un cartel que rinde tributo a la época dorada del cine mexicano, El charro de Toluquilla evita desentrañar los misterios del sida. Si bien los primeros cincos minutos nos ayudan a comprender de qué va la cosa, la película es básicamente un abrazo a la vida, un galopante viaje por la autopista a medianoche, un  definitivo. «El tema es la sobrevivencia», apunta Villalobos Romero. Y de paso, la revisión de un ícono de nuestra cultura popular en 90 minutos inolvidables.



Yo no soy joto. 

El charro de Toluquilla
José Villalobos Romero
Lupe & Hijos Films + FOPROCINE, 2016