29.6.17

neo noir imprescindible


Un género que se ha renovado desde la oscuridad.


En esta ocasión, reunimos a un puñado de cineastas cuyos filmes renuevan, transgreden y le dan un twist al neo noir, esa máquina infernal para crear historias tan sórdidas como entrañables.

1. Magical Girl (2014), segundo filme de Carlos Vermut, es un licuado de referencias que explotan de forma imprevista. Uno pensaría que auteurs procedentes del cómic difícilmente alcanzarían el nivel para lograr películas redondas, maduras. O quizá sí, tras un exhaustivo viacrucis filmográfico. En el caso de Vermut, las reglas parecen saltar por la ventana. Su excepcional manejo de la estructura narrativa, la intriga, el misterio y la manipulación emocional lo vuelven un enfant terrible. Minimalismo llevado hasta sus últimas consecuencias.

2. El hombre que nunca estuvo (2001), de los hermanos Coen, exhala ironía y clasicismo. La excelente fotografía en blanco y negro de Roger Deakins y un guión inteligente, con giros tragicómicos, nos introducen a la vida de un barbero impasible. Ed Crane (Billy Bob Thornton) decide chantajear a Big Dave (James Gandolfini), el amante de su esposa (Frances McDormand), para invertir dinero en un negocio de limpieza en seco. El curso de las cosas termina doblándose y adquiere un tono surrealista, con alusiones al surrealismo francés. Imperdible.

3. Drive (2011) y Sólo Dios Perdona (2013), de Nicolas Winding Refn, constituyen una muestra de cómo la forma y el fondo se muerden la cola para deleitar al ojo humano. Ambos filmes, que guardan semejanzas temáticas y estilísticas, actúan como detonadores de nuestra pólvora emocional. En ellos, la presencia de Ryan Gosling es parte indispensable de la fórmula mágica. El platillo incluye sangre, pasión, venganza, lugares exóticos, autos veloces y decadencia moral. Ingredientes básicos que todo buen film neo-noir debe incluir.



4. The Girl with the Dragon Tattoo (2011) y Perdida (2014), par de filmes dirigidos por David Fincher, apelan a la tradición del asesino misterioso. Al cineasta estadounidense le obsesiona el reverso del simulacro social, los rincones ocultos, el hallazgo de una verdad atroz que nos coloca entre la espada y la pared. Así lo hizo en Se7en (1995) y Zodiac (2007), ejercicios detectivescos que nos dejarán con la nuca fría. A través del neo-noir, puedes reflexionar sobre la condición humana, y las conclusiones nunca serán agradables.

5. Dark City (1998), relato de ciencia ficción que agravaría el insomnio de Philip K. Dick, posicionó a Alex Proyas en una categoría especial. Esto, sin duda, gracias al reducido éxito del filme en taquilla: el fracaso favorece. Acusado de asesinato, John Murdoch (Rufus Sewell) descubre que una raza de alienígenas identificada como los Ocultos manipula los recuerdos de la gente para sumirla en un sueño colectivo, un teatro del mundo. También veremos cantar a Jennifer Connelly en su papel de Emma, la esposa de Murdoch, que no es poca cosa.

6. Pese a que ningún inventario es representativo, podemos imaginar un género que en las últimas décadas se ha estilizado y trasformado desde la oscuridad. El ejemplo más brillante lo constituye Sin City (2005), perla negra cultivada por Robert Rodríguez & Frank Miller donde predominan personajes canallescos, venganzas sublimes y alto contraste. La adaptación del cómic a la gran pantalla te deslumbrará. Es tan fiel, precisa y violenta que enternece: la hicieron con amor. Y entonces, ¿apagamos la luz?